Medito, así duermo mejor.

Meditar cada día me permite dormir mejor. Mi sueño es más profundo, me duermo con la cabeza «vacía», cosa que  pensaba que no era posible. Además, aunque siga necesitando levantarme una o dos veces por la noche 😉 me vuelvo a dormir enseguida.

Meditar

Para mí, el momento ideal para meditar es por la noche, después de la cena. Me permite liberar las tensiones acumuladas. Me instalo en el salón, enciendo una lámpara que difunde una luz tenue, me siento sobre un cojín en posición de semiloto (piernas cruzadas, una plana sobre la pantorrilla de la otra), manos sobre las rodillas, espalda bien recta.

Cierro los ojos y empiezo a respirar tranquilamente inspirando y expirando profundamente.

Luego, visualizo una imagen, una cualquiera. A menudo es el mar o un jardín de flores. Intento guardar esta imagen lo más posible, me aferro a ella olvidando todo lo que me rodea. No siempre es fácil, pero no  me sale del todo mal.

Cuando finalmente me siento relajada, vuelvo a abrir los ojos, me estiro y me levanto. Generalmente, han pasado 20  minutos.

A partir de aquel momento, todo es tranquilidad: mis desplazamientos, mis gestos, mi manera de hablar, el tono de mi voz, etc.

¿Cómo me di cuenta de los efectos positivos de la meditación? ¡Cuando dejé de practicar! Os explico.

Hace unos 3 años hice un curso de meditación, pero no apliqué enseguida lo que aprendí. En efecto, tenía miedo de no ser capaz de poner en práctica mis conocimientos, de no volver a sentir lo que sentí durante este aprendizaje.

Un día me dije a mi misma que ya que había hecho un curso, tenía que practicar. Fui al salón y empecé.

Al cabo de pocos días surgieron las excusas de siempre: que si no tenía tiempo, que si se me hacía tarde, etc. Así que lo acabé dejando.

En realidad, era porque no «sentía» nada, no notaba ningún cambio. Pero 2 ó 3 noches más tarde, me di cuenta de los efectos positivos de la meditación. Tenía problemas para dormirme, mi sueño era menos profundo, no dormía tan bien.

Así que retomé el camino del salón y es así que desde hace 2 años, medito unas 3 ó 4 veces por semana.

No diré que mi vida ha cambiado, ¡pero mi sueño si!

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2 respuestas a Medito, así duermo mejor.

  1. xeresade dijo:

    Me ha gustado mucho como explicas de forma tan sencilla como hacer una meditación porque lo haces parecer fácil. A mi siempre me ha costado mucho ponerme a meditar porque me distraigo con cualquier cosa pero, como he comentado anteriormente, lo haces parecer tan fácil que estoy desando probarlo…

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